EL TABERNACULO
Lección 1
EL PROPÓSITO DEL TABERNACULO
El Tabernáculo proporciona uno de los estudios más interesantes y provechosos en todo el Antiguo testamento. Podemos apreciar su importancia cuando consideramos que se dan casi doce capítulos del Éxodo para su descripción. El Señor le advirtió a Moisés que debía construir cada detalle exactamente como Él se lo mandó, ya que cada parte representaba alguna verdad preciosa para el corazón de cada creyente. Los dos propósitos principales del Tabernáculo, que consideraremos en la primera lección de esta serie, consisten en que el tabernáculo satisfizo el deseo de Dios de morar entre su pueblo y también que el tabernáculo nos proporciona tipos o figuras que ilustran la verdad de Dios.
Dios Deseó Morar en Medio de su Pueblo
El Señor declaró claramente su propósito en Éxodo 25:8: "Y harán un santuario para mi, y habitaré en medio de ellos". La gracia de Dios es expuesta en el principio mismo de nuestro estudio, ya que se demuestra de seguro el favor inmerecido que hizo que el Dios santo estuviera dispuesto a morar en medio de un pueblo pecador, ideando un plan por el cual esto fuera posible.
En la Palabra de Dios, el lugar en el que mora Dios toma tres aspectos, siendo el primero un tipo de los otros dos.
1. El Tabernáculo en el Desierto y el Templo de Salomón
2. Jesucristo.
3. La iglesia.
En conexión con el punto 2, Dios morará en medio de su pueblo en la persona de Cristo durante todo el Milenio y por toda la eternidad. Nosotros vemos a Jesús morando en medio de su pueblo durante el Milenio en Isaías 32:1, Jeremías 23:5 y Zacarías 2:10-11. Nosotros vemos a Dios morando con la humanidad durante toda la eternidad en la persona de Cristo, según Apocalipsis 7:15; 21:3, 22; 22:4. Resaltemos Apocalipsis 21:3: "He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos, como su Dios". El verso 22 habla de este tabernáculo: "El Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero". Nótese el uso del verbo singular en el griego. Este término se aplica a un solo ser, ya que cuando Apocalipsis 22:3-4 describe "el trono de Dios y del Cordero" hace uso del pronombre singular para Él: "sus siervos... verán su rostro; y su nombre estará en sus frentes" (énfasis añadido).
El Tabernáculo proporciona Tipos de Cristo y de la Iglesia. El escritor a los Hebreos habla de la adoración en el Tabernáculo como "un símbolo para el tiempo presente" (Hebreos 9:9). Hebreos 9:24 explica que Cristo, el sumo sacerdote verdadero, no entró "en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo". El Tabernáculo no fue sólo un tipo de la persona del Señor Jesús, pues cada mueble es también un ejemplo práctico que describe alguna fase de la obra de Cristo para la humanidad. (Ver Hebreos 9:2-11; 10:1). El Tabernáculo y el Templo traen un número de declaraciones que muestran claramente que ambos son Tipos de Jesús. En 1. Reyes 8:27-30, vemos algunas similitudes entre Jesús y el templo.
1. El templo fue una casa donde Dios decidió colocar su nombre (verso 29). El cuerpo de Jesús fue el templo donde Jehová colocó su nombre. "Yo he venido en nombre de mi Padre" (Juan 5:43). El Hijo de Dios obtuvo su nombre por herencia: "Hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos" (Hebreos 1:4).
2. Los hombres debían orar hacia el Templo. "Oye, pues la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar" (1. Reyes 8:30). Esto ilustra que si deseamos encontrarnos con Dios, debemos orar hacia donde Él mora en el presente, y sólo podemos conseguir la audiencia con Dios, cuando lo buscamos en y por su Hijo Jesucristo. "Nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6). En "la faz de Jesucristo" es que contemplamos la gloria de Dios (2. Corintios 4:6).
3. Aun cuando Dios moró en el Templo, su Ser entero no estuvo contenido por este. "Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado (1. Reyes 8:27). Así, aunque la plenitud de la Deidad mora en Jesucristo (Colosenses 2:9), Dios es el Espíritu omnipresente que llena el universo.
El Tabernáculo es también un tipo del plan de salvación de Dios. Los sacrificios en el patio, mostraron que Dios no puede morar en medio de una gente pecadora, excepto sobre la base de una expiación de sangre. En el plan de salvación de Dios, ningún pecador puede acercarse a Dios a no ser que él confíe solamente en la sangre de su Salvador como la expiación para su pecado. También consideraremos en las lecciones siguientes un número de formas en las cuales el Tabernáculo tipifica a la Iglesia y a sus miembros.
Preguntas:
1. ¿Por qué es importante el estudio del Tabernáculo?
2. ¿Cuáles son los dos propósitos principales del Tabernáculo?
3. Explique cómo el lugar de la morada de Dios, el Tabernáculo, tipifica a su Hijo Jesús.
4. ¿Cómo tipifica el Tabernáculo a la Iglesia?
5. ¿Cómo morará Dios en medio su pueblo por la eternidad?
6. De tres razones por las cuales el Templo de Salomón tipifica a Cristo.
Leccion 2
El área que rodeaba el Tabernáculo fue llamada el Atrio. Este era un recinto de 45,7 m. por 22,8 m., con una puerta hacia el lado oriental, que permitía la entrada a ese patio. La barrera del Atrio fue hecha de lino blanco, que colgaba de sesenta pilares, veinte sobre cada lado largo y diez sobre cada lado corto.
Fuera del Tabernáculo, el Atrio contuvo dos objetos importantes de adoración ceremonial: el altar de bronce, que era el lugar de sacrificio por los pecados de las personas y la fuente de bronce, donde los sacerdotes tenían que lavarse antes de entrar al santuario.
El Tabernáculo era una edificación alargada de 13,7 m. de largo, 4,6 m. de ancho, y 4,6 m. de alto. Fue construido con cuarenta y ocho tablas cubiertas de oro, apoyadas cada una sobre dos basas de plata. Las tablas se juntaban por medio de cinco travesaños horizontales en cada uno de los lados. Esta edificación fue dividida en dos cámaras desiguales: el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. Este último contuvo el arca del pacto; desde la tapa del arca el Señor habló con Moisés. La división más grande, o el Lugar Santo, contuvo el candelero de oro, la mesa de los panes de la proposición y el altar de incienso. Una cortina de azul, púrpura y carmesí separaba el Tabernáculo del Atrio Exterior. Una cortina magnífica se constituyó en el velo que separó el Lugar Santo del Lugar Santísimo. Esto, en breve, es la descripción del Tabernáculo y del Atrio Exterior.
Lección 2
1. Dibuje de memoria una pequeña imagen mostrando el arreglo general del Tabernáculo y del Atrio Exterior.
2. ¿Cuáles eran las dimensiones del Atrio y del Tabernáculo?
3. Mencione los seis muebles encontrados en el Tabernáculo y en el Atrio.
4. ¿Cuáles fueron los dos compartimentos en que fue dividido el Tabernáculo?
5. ¿Qué se usó para dividir estos dos cuartos?
Leccion 3
La Disposción del Campamento
Disposición del Círculo Interior
Fuera de la puerta, Israel acampó siguiendo exactamente la orden dada por el Señor. El círculo interior estaba compuesto por los sacerdotes que ministraban en el santuario y por los obreros que armaban y desarmaban el Tabernáculo cuando viajaban de un lado para otro. Moisés, Aarón y los hijos de Aarón, acamparon hacia el lado oriental, directamente delante de la entrada del Tabernáculo (Números 3:38). Por eso la entrada a la ciudad santa, a menudo es nombrada como “la puerta oriental”. Sólo la familia sacerdotal de Aarón, podía entrar en el santuario.
Dios escogió a los levitas de entre todas las tribus para “servir en el ministerio del Tabernáculo” (Números 3:6-7). La tribu de Leví estaba compuesta por los hijos de Gersón, los hijos de Kohat y los hijos de Merari (Números 3:17). Los gersonitas acamparon al oeste, los kohatitas al sur, y los meraritas al norte del Tabernáculo (Números 3:23, 29, 35).
Los gersonitas tenían a su cargo la cubierta, las cortinas y las colgaduras (Números 3:25-26). Ellos transportaron estos artículos en dos carros que eran tirados por cuatro bueyes (Números 7:7). Los hijos de Merari tenían a su cargo las tablas y sus basas (Números 3:36-37). Ellos transportaron estas tablas en cuatro carros tirados por ocho bueyes (Números 7:8). Los hijos de Kohat tenían a su cargo los muebles y el velo (Números 3:31). Ellos transportaron todas estas cosas sobre sus hombros (Números 7:9).
Disposición del Círculo Exterior
Las tribus de Judá, Isacar y Zabulón acamparon al este. Rubén, Simeón y Gad acamparon al sur. Efraín, Manasés y Benjamín acamparon al oeste. Dan, Aser, y Neftalí acamparon al norte. Ellos fueron los soldados, que conformaban cuatro ejércitos de tres divisiones cada uno. (Ver Números 2).
Para entrar al Tabernáculo, se tenía que pasar por el campamento de Judá, lo que nos recuerda que Cristo nació de la tribu de Judá. Para entrar en el plan de salvación Cristo, debemos entrar en contacto con Cristo, el León de la tribu de Judá.
Tres Clases de Personas
De esta disposición, podemos ver que el campamento de Israel fue dividido en tres clases de personas: los sacerdotes, los obreros y los soldados. Todo cristiano enfrenta a tres enemigos: el mundo, la carne y el diablo. Su defensa es también triple, pues cada santo de Dios debe ser un adorador, un obrero y un guerrero. A algunos cristianos les gusta adorar a Dios, pero son vacilantes en el servicio. Otros siempre están ocupados en la viña de su Amo, pero se mantienen tan ocupados que dedican poco tiempo a la verdadera adoración y alabanza. Cada santo debe ser un soldado, que esté revestido de toda la armadura de Dios. (Ver 2. Corintios 10:3-5; Efesios 6:13; 1. Timoteo 1:18; 2. Timoteo 2:3-4).
Los soldados no sólo deben estar bien equipados, sino que ellos también deben estar dispuestos a soportar la adversidad y a no enredarse con los asuntos de esta vida. El pueblo de Dios es también un pueblo de obreros y siervos (Romanos 1:1; 1. Corintios 9:19-20; Gálatas 5:13). Como adoradores, son los sacerdotes de Dios, no sólo porque ellos deben ofrecer la alabanza y la adoración continuamente, sino también porque ellos deben interceder por los que todavía están por fuera del arca de salvación. Como sacerdotes y reyes, reinaremos sobre la tierra (Apocalipsis 5:10; 20:6).
Lección 3
1. ¿Quiénes conformaron el círculo interior?
2. Mencione a los tres hijos de Leví.
3. ¿Qué labor les fue asignada?
4. ¿Cómo transportaron las diferentes piezas del Tabernáculo?
5. ¿Cómo se distribuyeron las tribus para acampar sobre cada lado del Tabernáculo?
6. ¿Por qué lado del campamento entraron los sacerdotes al Tabernáculo? ¿Qué sugiere esto?
7. ¿Cuáles fueron las tres clases de personas en que fue dividido el campamento de Israel?
8. ¿De qué forma estas tres clases de personas tipifican a los cristianos?
Lección 4.
EL SACERDOCIO
La Tribu de Leví Elegida Para el Sacerdocio
El sacerdocio establecido para el servicio en el Tabernáculo, realizó las ceremonias, y también desarmó y transportó ese santuario (ver Números 3:6-8). Los levitas tomaron el lugar de los primogénitos que habían sido separados y consagrados al Señor, en memoria de la protección que Dios dio al pueblo de Israel durante la noche en que fue establecida la Pascua de los judíos (ver Éxodo 22:29-30; Números 3:12-13; 8:17-18).
Cada levita redimió a un primogénito. “He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos (los primeros nacidos entre los hijos de Israel); serán, pues, míos los levitas” (Números 3:12). Sin embargo, ya que había 22.273 primogénitos y sólo 22.000 levitas, el resto de primogénitos fueron redimidos a razón de cinco siclos cada uno, dando el dinero de rescate a los sacerdotes (ver Números 3:43-51). Este rescate es un tipo de Jesús, nuestro sacerdote, que redime a cada miembro de la iglesia, que es llamada “la congregación de los primogénitos” (Hebreos 12:23). No fuimos redimidos con oro, sino con la sangre preciosa de Cristo (1. Pedro 1:18-19).
Dios, sin duda escogió a la tribu de Leví, debido a que ellos se pusieron al lado del Señor, cuando los israelitas rindieron culto al becerro de oro (ver Éxodo 32:26). Dios siempre ha tenido un remanente. Tal como Dios recompensó a los levitas por su soporte valiente en contra del pecado de su día, así también recompensará a aquellos que hoy han decidido seguir al Señor en medio de una gente incrédula. Nuestra recompensa, como la de ellos, es un sacerdocio real (ver 1. Pedro 2:9).
Propósito de Todos los Detalles Dados por el Señor
Nosotros leemos en la Palabra de Dios, que el Templo y el Tabernáculo son las únicas edificaciones que tuvieron al Señor como su arquitecto exclusivo. Dios mismo dispuso el orden del campamento y dio todas las instrucciones sobre como celebrar el culto. Él no dejó ningún espacio abierto para que el pueblo incorporara sus propias ideas en su plan, o escogiera cualquier lugar en el cuerpo.
Este hecho demuestra que si deseamos que Dios acepte nuestra adoración, debemos conducirnos sólo como Él lo ha establecido y no como nosotros deseemos (ver Mateo 10:19; Juan 17:20; Gálatas 1:8; Hebreos 8:5; Judas 3). Tal como el Libro del Éxodo dio el modelo para la adoración en el Antiguo Testamento, así también en el libro de los Hechos, el Señor ha dado un modelo para la adoración en el Nuevo Testamento. Judas exhortó a los cristianos a aferrarse fuertemente a la fe apostólica que fue entregada una vez a los santos y Pablo nos advirtió que no debemos predicar un evangelio diferente de aquel que él predicó (ver Gálatas 1:8-9; Judas 3).
Al tener cada persona su lugar y deberes asignados, se garantiza el orden y se elimina la confusión. Si cada miembro de la iglesia le permitiera al Espíritu Santo que le mostrara su lugar, la iglesia será así como Él la ha deseado. El deseo de Dios es eliminar toda confusión de la iglesia (ver 1. Corintios 14:27-33; 1. Timoteo 3:14-15). Si cada congregación siguiera el modelo de iglesia primitiva cuando fue conducida por los apóstoles, no habría controversia entre ellos. Al reconocer el orden de Dios, se eliminará el mal que busca introducirse en la iglesia (ver Marcos 10:37, 43; Lucas 14:7-11; Isaías 33:22; 1. Corintios 11:1, 2. Timoteo 3:16). Muchos han sido engañados pensando que Dios aceptará su adoración de cualquier forma, pero esa es una creencia incorrecta que pasa por alto la importancia de la obediencia.
Lección 4
1. ¿Los Levitas tomaron el lugar de qué clase de personas? ¿Cómo ocurrió esto?
2. ¿Cómo fueron redimidos aquellos que no tuvieron a un levita para que tomara su lugar?
3. ¿Por qué fue escogida la tribu de Leví para ese servicio especial?
4. ¿Cuál es la lección que aprendemos, del hecho de que el Señor mismo haya dado a Moisés cada detalle de la construcción y de la adoración en el Tabernáculo?
Lección 5.
TIPOLOGIA DEL TABERNACULO
Contraste entre el Tabernáculo y el Templo
Nosotros vemos un gran contraste entre el Tabernáculo pequeño, humilde, parecido a una tienda, que tuvo que ser transportado en medio del caluroso desierto, y el magnífico Templo de Salomón. La mayor riqueza que la tierra podría producir, fue utilizada para hacer del Templo un espectáculo glorioso para todos los que lo contemplaron. En cambio, los paganos que pasaron cerca del Tabernáculo no vieron nada en su aspecto externo que pudiera atraerlos. Uno tenía que estar dentro del Tabernáculo para poder apreciar su belleza. En contraste, la gente vino de todas partes para contemplar el esplendor del Templo de Salomón, y no podía menos que reconocer su majestad, así ellos no simpatizaran con el rey.
Este contraste también está presente en las dos venidas del Señor Jesucristo. Su ministerio sobre la tierra fue humilde. No todos los que vieron sus milagros, reconocieron que el Dios de los cielos había venido a la tierra vestido de carne humana. En realidad, ellos no podían saberlo a no ser que el Espíritu se los revelara, tal como lo hizo con Pedro. Incluso hoy día, hay que estar en Cristo para apreciar su belleza. Pero cuando Cristo venga por segunda vez, Él no vendrá para ser burlado, humillado y crucificado, sino que Él aparecerá en su exaltada posición como el Rey del universo. Toda la gente, sea que haya aceptado o no su plan, lo contemplará como el Rey de Gloria. ¡Qué ministerio tan diferente tendrá Cristo durante su reinado milenial! Así como el Tabernáculo fue construido primero y luego el Templo, así también los profetas declararon "los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos" (1. Pedro 1:11).
Muchas cosas que son verdaderas en Cristo, la cabeza del cuerpo, también son verdaderas en su cuerpo, la iglesia. Cada miembro de la iglesia tiene la gloria de Dios que mora dentro de ellos, pero la vida terrenal en este cuerpo es un viaje acosado por muchas pruebas, padeciendo juntamente del sufrimiento y la humillación del Salvador. Sin embargo, nuestras aflicciones presentes no son para nada comparables con la gloria que será manifestada en nosotros cuando alcancemos nuestra morada eterna (ver Romanos 8:17-18). Entonces vendrá una gloria mayor que la del Templo de Salomón, cuando los redimidos del Señor sean juntados sobre el Monte de Sión y la Nueva Jerusalén baje del cielo dispuesta como una novia adornada para su marido.
El Tabernáculo Ocupó una Posición Central
Sea que israelitas acamparan durante un período, o sea que estuvieran en marcha, el Tabernáculo siempre permaneció en el centro (ver Números 10). Cristo debe ser siempre la cabeza y el centro de la iglesia, y todas nuestras actividades deben girar en torno a Él. Ninguna actividad debería ser llevada a cabo si no ha sido impulsada por Espíritu Santo y si no trae la gloria a Él. Si Cristo es el objeto principal del afecto de los cristianos, Él continuará siéndolo, incluso si algunos de nuestros líderes se desvían del camino. Siempre samos a tener a Cristo en el centro (ver 1. Corintios 11:3; Hebreos 8:2).
El Tabernáculo en las Tormentas
El Tabernáculo estaba sujeto a las mismas tormentas y fue golpeado por los mismos vientos que desgastaron con su furia las más pequeñas tiendas de los israelitas. De la misma manera, Cristo afrontó la adversidad del mundo y fue tentado en todo así como nosotros, de modo que Él es capaz de ayudar a los que son tentados (Hebreos 2:18; 4:15).
Lección 5
1. ¿En qué manera era diferente el aspecto externo del Tabernáculo, del aspecto del Templo de Salomón?
2. ¿Cómo se aplica esto a la vida de Cristo?
3. ¿Cómo es este contraste cumplido en la iglesia?
4. ¿Qué lección aprendemos con relación a que el Tabernáculo debía estar siempre en el centro del campamento?
5. ¿Qué lección aprendemos con relación a que el Tabernáculo tuvo que afrontar las mismas tormentas que sufrieron las más pequeñas tiendas de los israelitas?
Lección 6
LOS MATERIALES Y LOS TRABAJADORES
Origen de los Materiales
A excepción del dinero de rescate, el Tabernáculo fue construido de materiales ofrecidos voluntariamente por los israelitas. “Jehová habló a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda” (Éxodo 25:1-2). Este es uno de los relatos más destacados sobre el dar que han quedado registrados. Cuando todos los materiales fueron recogidos, ellos encontraron que había material abundante para hacer la obra y sobraba (Éxodo 36:7).
En la recolección de estos materiales encontramos a Cristo ejemplificado como el proveedor para cada necesidad. Él es Jehová-Yiré, el Dios que provee. El Señor permitió a la gente dar de todo lo que se requería para completar el Tabernáculo. De la misma manera, Dios hace posible para su pueblo, que en los días actuales den lo que se requiera para apoyar la obra de Dios (ver Génesis 22:14; 1. Crónicas 29:14; Filipenses 4:19).
Esto a su vez nos muestra, que Dios mora en la iglesia, la cual sostiene la obra de Dios en esta
tierra, por medio de las contribuciones voluntarias de sus miembros (ver Mateo 23:23; Marcos 12:41-44; 1. Corintios 9:7, 11, 14; 16:1-2; 2. Corintios 9:6-7). Estos textos de la Escritura , revelan que el plan de Dios para contribuir el día de hoy, incluye diezmos, ofrendas y aun sacrificios, como el sacrificio de la viuda que dio sus dos blancas. Al hacernos concientes del maravilloso regalo que Dios nos dio en su Hijo, se nos hace más fácil contribuir para la obra de Dios (ver Mateo 6:21; 2. Corintios 8:9).
Los israelitas no dieron para ser pueblo de Dios, sino que ellos dieron porque ya habían sido redimidos, habían sido bendecidos materialmente, y estaban dispuestos y gozosos de ver el plan de Dios puesto en práctica. No llegamos a ser el pueblo de Dios por dar dones materiales, sino que damos porque hemos sido redimidos y el amor por la causa del Señor hace que nosotros contribuyamos. Ya que Cristo pagó el precio por nosotros, nada de lo que ahora tenemos nos pertenece ¡De hecho, no nos pertenecemos ni siquiera a nosotros mismos! Somos simplemente administradores de lo que Él ha colocado en nuestras manos.
¿Quién dio? “Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad” (Éxodo 35:21). Cuando nuestros corazones son sensibles, damos más. Alguien acertadamente dijo: “Cuando un corazón está bien con Dios, nuestras manos están prestas para darle a Él” (ver 2. Corintios 8:1-2).
Los Trabajadores
Dios dotó con la sabiduría necesaria a aquellos que estuvieron dispuestos a trabajar (ver Éxodo 35:31, 35). El Señor dotó de manera especial a Bezaleel y a Aholiab para el arduo trabajo ellos tuvieron que realizar. En el ingenio de estos trabajadores, nosotros vemos un tipo de Cristo, quien es la sabiduría de cada miembro de la iglesia (ver 1. Corintios 1:24; Santiago 1:5). El Señor nunca llamará a nadie para ningún tipo de servicio, sin ungirlo para aquel servicio particular (ver Gálatas 1:12; 1. Tesalonicenses 5:24; 1. Juan 2:27). ¡Cuántos estragos se han dado, por causa de aquellos que no han sido llamados, y por consiguiente, que no han sido dotados para realizar el servicio que ellos han querido hacer, motivados solamente por su propia voluntad!
Las mujeres también tuvieron su participación en esa obra. Ellas hilaron las exquisitas colgaduras de lino (ver Éxodo 35:25-26). Las Mujeres también tienen su lugar en el trabajo de la iglesia (ver Joel 2:28-29). Dios prometió que en los postreros días, Él enviaría su Espíritu sobre sus siervas, así como sobre sus siervos y todos profetizarían.
Lección 6
1. ¿Cómo consiguió Moisés el material para construir el Tabernáculo?
2. ¿Cómo es ejemplificado Cristo en la reunión del material?
3. ¿Cuál es el plan de Dios para la financiación de la iglesia?
4. ¿Qué razón da la Escritura para la abundancia de las ofrendas traídas a Moisés?
5. ¿Cómo fue posible que los trabajadores fueran capaces de realizar su ardua labor?
6. ¿Qué lección aprendemos de la sabiduría de los trabajadores?
7. ¿Qué parte tenían las mujeres en la obra? ¿Qué parte tienen ellas ahora en la iglesia?
Lección 7
LAS TABLAS
Las paredes del Tabernáculo constaban de cuarenta y ocho tablas de madera de acacia, veinte sobre cada lado largo y ocho en la pared final. Cada tabla fue cubierta completamente de oro y tenía dos espigas por las cuales se unió con las basas de plata que le servían de apoyo. Estas tres paredes fueron sostenidas en su lugar por quince barras horizontales, cinco sobre cada lado (ver Éxodo 26:15-29).
Las Tablas Como Tipo de Cristo
Cada tabla estaba compuesta de dos materiales contrastantes - la madera y el oro - que ilustran perfectamente la humanidad y la Deidad de Cristo. La madera de acacia es destacada por su incorruptibilidad, así que aquí tenemos un símbolo apropiado de la rectitud y de la ausencia de pecado de la humanidad de Cristo. Cristo “no hizo pecado, ni se hallo engaño en su boca” (1. Pedro 2:22). Él “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:15). (Ver también Hebreos 7:26; 1. Juan 3:5). Incluso en la muerte, su cuerpo no se corrompió. Había sido profetizado de Él, que su alma no sería dejada en el hades y que su carne no experimentarí a corrupción (Hechos 2:31). Ya que cada tabla estaba compuesta de madera y de oro, esta verdad ilustró a Jesús, quien es simultáneamente hombre verdadero y Dios verdadero. “Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo” (Tito 2:13). Él habló de sí mismo como Espíritu y como carne (Juan 6:62-63). Juan lo describió como el único que está sentado sobre el trono como Dios y como Cordero de manera simultánea (Apocalipsis 22:1-4). Aunque la madera no era el oro, ni el oro era la madera, aun así, estos dos materiales conformaban cada tabla. Así también, la Deidad de Cristo no es su humanidad, y su humanidad no es su Deidad, pero aun así, estas se fusionaron perfectamente en la persona de Cristo (ver Isaías 42:8; 43:3; 45:5; Juan 10:30). Como hombre, Jesús se cansó y durmió en la parte inferior del barco; como Dios, Él reprendió la tormenta (Mateo 8:24-26; Proverbios 30:4). Como hombre, Él lloró en la tumba de Lázaro; como Dios, Él resucitó a Lázaro (Juan 11:33-44). Como hombre, Él sufrió sobre la cruz; como Dios, Él resucitó su humanidad (Mateo 27:33-50; 28:2-6; Juan 2:19).
Las Tablas Como Tipo de la Iglesia
Al considerar cada tabla con relación a la iglesia, estas pueden representar a cada uno de los miembros del cuerpo de Cristo, ya que la iglesia es también un edificio “un templo santo en el Señor” (Efesios 2:21; 1. Pedro 2:5). Cuando los leñadores escogieron los árboles para hacer las paredes, ellos los encontraron inmersos entre los demás árboles del bosque, firmemente plantados y arraigados en la tierra. Debido a que el Señor tenía necesidad de ellos, entonces fueron cortados y separados para siempre de la tierra. Luego, fueron cubiertos con oro y dispuestos en el lugar donde moraba la gloria de Jehová. Cuando nosotros no habíamos conocido la salvación, estábamos arraigados a la tierra, participando de los placeres del mundo (ver Efesios 2:1-3, 12.) Por la espada de la Palabra de Dios morimos al mundo, separándonos para siempre de él. Por el Espíritu nos hicimos partícipes de su naturaleza Divina, cubiertos de su verdad, y nos convertimos en el lugar donde mora Dios.
Preguntas
1. ¿De cuántas tablas estaban compuestas las paredes del Tabernáculo?
2. ¿Qué materiales conformaban cada tabla?
3. ¿Qué representa la madera?
4. ¿Qué representa el oro?
5. ¿Qué lección nos enseñan estas tablas con relación a la Unicidad de Dios?
6. ¿De qué modo pueden estas tablas representar a los miembros de la iglesia?
Después, Dios moró en la iglesia por el Espíritu Santo dado a cada uno de sus miembros. Cuando el tabernáculo del Hijo ascendió al cielo (Hechos 1:9), sus seguidores estuvieron solos, pero Dios vino a morar en ellos. El Señor prometió antes de marcharse, que Él no los dejaría solos, sino que vendría a morar en ellos: "Porque vosotros sois templos del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos; y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo" (2. Corintios 6:16). La gente Llena por el Espíritu de Dios es ahora su Tabernáculo (Ver Juan 14:16-17; Romanos 8:11; 2. Corintios 5:1). Después, Dios moró en medio de la humanidad en la persona de su Hijo, durante treinta y tres años y medio. La Palabra que era Dios (Juan 1:1) fue hecha carne y habitó entre nosotros (Juan 1:14). El vocablo "moró" en griego literal quiere decir "tabernaculizó ". Entonces el templo humano de Cristo, fue el tabernáculo de Dios, su lugar de morada entre la gente. Él fue el "verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre" (Hebreos 8:2). El lugar en el que mora Dios, es más que una casa de madera y de oro, pues es una casa de carne y hueso, el cuerpo del Señor Jesús (Hebreos 10:5). (Ver también Juan 14:9-10; 2. Corintios 5:19; Colosenses 1:15, 19; 2:8-9). . El Templo de Salomón fue construido de manera similar al Tabernáculo y contuvo los mismos artículos e inmobiliario, pero poseía una estructura permanente en vez de una movible, por lo cual sobrepasó notablemente al Tabernáculo en gloria y esplendor. Mientras Israel estuvo en su peregrinación, fue necesario que ellos tuvieran una estructura que pudieran transportar fácilmente de un lado para otro. En Éxodo 29:43-45 se registra la promesa de Dios de morar con los israelitas en el Tabernáculo. Salomón hizo una declaración similar que concierne al Templo: "Yo he edificado casa por morada para ti, sitio en que tu habites para siempre" (1. Reyes 8:13).
EL TABERNACULO
EL ATRIO EXTERIOR

La cerca rectangular de los atrios del Tabernáculo media 100 cubos de largo. En la Biblia, un cubo fue usado como la medida desde el codo hasta la punta del dedo, 45 cm(1.5feet) aproximadamente en medidas actuales. Como tal, el que la cerca dé los atrios del Tabernáculo midiera 100 cubos de largo significa que tenia 45 m(150 feet) aproximadamente, y que su ancho fuera de 50 cubos significa que media 22.5 de ancho.
El Tabernáculo estaba dividido en los atrios y el Tabernáculo mismo, la Casa de Dios. En esta Casa de Dios, el Tabernáculo, había una pequeña estructura llamada el Santuario. El Santuario estaba cubierto por cuatro materiales: una cubierta tejida de fino lino e hilos azul, púrpura y escarlata; otra de pelo de cabra; otra de pieles de cordero teñidas de rojo; y otra cubierta de pieles de tejon.
En lado este de los atrios del Tabernáculo se encontraba su puerta, tejida de hilos azul, púrpura y escarlata, y fino lino tejido. Al entrar por esta puerta, veríamos el altar de la ofrenda quemada y el lavamanos. Pasando el lavamanos, veríamos el Tabernáculo mismo. El Tabernáculo estaba dividido en el Lugar Santo y el Lugar Santísimo, en donde se encontraba el Arca del Testimonio de Dios. La cerca dé los atrios del Tabernáculo estaba construida con 60 pilares con cortinas de blanco lino fino. El Tabernáculo mismo, por otro lado, estaba construido con 48 tablas y 9 pilares
EL ALTAR DEL INCIENSO

El altar del incienso fue hecho de Madera de acacia, era cuadrado, medía un cubo (45 cm : 1.5 feet) en ambos lados su ancho y su largo, y dos cubos de altura. Colocado dentro del Lugar Santo, el altar del incienso estaba cubierto con oro en su totalidad, con una moldura de oro en derredor. Cuatro aros de oro fueron colocados bajo sus molduras para sostener las varas que se usaban para cargarlo. Sobre este altar del incienso, nada más que el aceite de la unción y el dulce incienso eran usados (Éxodo 30:22-25).
El altar del incienso se encontraba en el lugar en donde se ofrecía el incienso de las oraciones a Dios. Pero antes de que oremos en el altar del incienso, primero debemos saber si estamos calificados para orar a Dios en este altar o no. Quienquiera que busque ser aceptado para orar ante el Dios santo primero debe estar limpiado, lavando estos pecados por fe. Para hacer eso, uno debe limpiarse de todos sus pecados por la fe del altar de la ofrenda quemada y del lavamanos.
Dios no escucha las oraciones de los pecadores (Isaías 59:1-3). ¿Por qué? Porque Dios solo acepta a aquellos que han sido limpiados de todos sus pecados por la verdad manifestada en los hilos azul, púrpura y escarlata, y en el fino lino tejido. En otras palabras, Dios se complace en escuchar solo las oraciones de los justos (Salmos 34:15, 1 Pedro 3:12).
El ARCA DEL TESTIMONIO


el arca del testimonio, media 113 cm (3.7 feet) de largo, 68 cm (2.2 feet)de ancho y 68 cm (2.2 feet) de altura, estaba hecha de Madera de acacia y cubierta con oro puro.
El asiento de la misericordia, el cual estaba colocado sobre el Arca, era hecho exclusivamente de oro puro. Y en ambos extremos, estaban colocados en la parte superior los querubines con sus alas extendidas cubriendo la tapa del Arca, esto es, el asiento de la misericordia y el querubín daban la con vistas al frente en dirección del asiento de la misericordia. El asiento de la misericordia es donde Dios otorga Su gracia sobre aquellos que vienen a Él por fe.
Cuatro aros de oro estaban colocados en cada esquina del arca, dos aros de oro para cada lado, se colocan dos varas a través de los aros para que el Arca pudiera ser cargada. Estas varas eran hechas de madera de acacia y cubiertas de oro. Al poner las varas a través de los dos aros por un lado y por los otros dos aros en el otro lado, Dios se asegura que dos personas pudieran levantarla y cargarla. Y nuestro Señor dijo, "Yo te encontrare en este asiento de la misericordia."
Dios hizo que los Israelitas cargaran el Arca del Testimonio con el asiento de la misericordia poniendo varas a través del Arca. Esto significa que Dios desea expandir el evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo. Lo mismo es verdad acerca del altar del incienso, esto es, se colocaban aros en ambos lados, se colocaban estas varas a través de estos aros, y dos personas cargaban el altar.
Una vez al año, el Sumo Sacerdote tomaba la sangre de la ofrenda del sacrifico y entraba en el Lugar Santísimo. Entonces él rociaba siete veces esta sangre de la ofrenda del sacrificio sobre el asiento de la misericordia. Entonces Dios dijo que Él vería a los Israelitas sobre este asiento de la misericordia. Dios se encuentra con quien sea que tenga la misma fe que el Sumo Sacerdote, esto es, la fe en Su remisión del pecado revela da en el sistema del sacrificio.
La sangre del sacrificio rociada sobre el asiento de la misericordia muestra el justo juicio de Dios por el pecado y Su misericordia sobre la humanidad. En el Día de la Expiación, el décimo día del séptimo mes, Aarón el Sumo Sacerdote impuso sus manos sobre la ofrenda del sacrificio para pasar los pecados anuales del pueblo de Israel. Entonces, él degollaba para extraer su sangre y entonces tomaba esta sangre dentro del velo y la rociaba sobre el asiento de la misericordia (Levítico 16:11-16).
El Lugar Santísimo

El Lugar Santísimo era el lugar en donde Dios habitaba. En el Lugar Santísimo, dos querubines que extendían sus alas miraban hacia abajo desde arriba de la tapa que cubría el Arca del testimonio. El espacio entre los dos querubines se llama el asiento de la misericordia. El asiento de la misericordia es de donde Dios otorga Su gracia sobre nosotros. La cubierta del Arca del testimonio estaba manchada con sangre, ya que el Sumo Sacerdote rociaba la sangre del sacrificio dada siete veces por el pueblo de Israel sobre este asiento de la misericordia.
Solo el Sumo Sacerdote podía entrar en el Lugar Santísimo una vez al año, en el Día de la Expiación, llevaba la sangre del chivo expiatorio para la remisión de los pecados de los Israelitas. Él hacia esto debido a que el Lugar Santísimo del Tabernáculo, la Casa de Dios, era un lugar santo en donde él no podía entrar a menos que llevara la sangre del sacrificio, sobre cuya cabeza sus manos eran impuestas para borrar las iniquidades de los pecadores.
Así Dios descendía sobre el asiento de la misericordia y otorgada Su misericordia sobre el pueblo de Israel. Para aquellos que creen en esto, la bendición de Dios, Su protección y Su guía comienzan. A partir de ahí, ellos se convierten en el verdadero pueblo de Dios y son elegibles para entrar al Lugar Santo.
Los Candeleros de Oro

El candelero de oro fue hecho de un talento de oro puro. Su armazón fue martillada de una sola pieza de un talento de oro puro, con tres ramas que salían de cada uno de sus lados y siete lámparas colocadas en el armazón y en sus seis ramas. Ya que el candelero fue hecho de un talento de oro puro, era una vista espléndidamente cautivadora y hermosa el verlo.
En la parte superior del candelero de oro, había seis lámparas para el aceite, el cual estaba encendido para iluminar el Lugar Santo en todo momento.
Mientras que el candelero de oro dentro del Lugar Santo siempre resplandecía por su luz, de igual manera lo pueden hacer aquellos que se convierten en hijos de Dios creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu, ellos también iluminan este mundo con la luz de la salvación que salva a la gente de sus pecados. En otras palabras, solo aquellos que han recibido la remisión del pecado a través del evangelio del agua y el Espíritu pueden cumplir el papel de candelero que da luz de salvación, para que otros también puedan conocer esta verdad y recibir la remisión del pecado.
El candelero de oro tenia flores, perillas ornamentales y tazones. Así como Dios dispuso que las siete lámparas debían ser colocadas sobre el candelero, cuando el candelero estaba encendido, la oscuridad cedía en el Lugar Santo en todo momento. Esto significa que los justos que habían sido limpiados de sus pecados creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu se reunirían, construirían la Iglesia de Dios e iluminarían este mundo. La luz del candelero que brillaba en el Lugar Santo es el evangelio del agua y el Espíritu, el cual dispersa la oscuridad de este mundo.
La Mesa de los Panes

La mesa del pan, uno de los instrumentos encontrados dentro del Tabernáculo, estaba hecha de Madera de acacia y estaba cubierta con oro puro. Medía 2 cubos (90 cm : 3 feet) de largo, un cubo y medio (67.5 cm :2.2 feet) de altura y un cubo (45 cm :1.5 feet) de ancho. Sobre la mesa del pan se encontraban siempre 12 hogazas de pan y este pan podía ser comido solo por los sacerdotes (Levítico 24:5-9).
Entre las características de la mesa del pan están: tenía la forma de un pan en todo su derredor, una moldura de oro estaba colocado alrededor d este cuadro; cuatro aros sostenían las varas de madera de acacia cubierta con oro que era usado para transportar la mesa. Los utensilios de la mesa, sus platos, tasas, tazones y jarras para servir también estaban hechas de oro.
Éxodo 37:11-12 menciona, "Y la cubrió de oro puro, y le hizo una cornisa de oro alrededor. Le hizo también una moldura de un palmo menor de anchura alrededor, e hizo en derredor de la moldura una cornisa de oro." La mesa del pan en el Lugar Santo de la Casa de Dios tenía una cornisa que era tan alta como un palmo, y alrededor la cornisa sé colocaba una moldura de oro. ¿Por qué Dios ordenó a Moisés colocar tal cornisa? Este cuadro de un palmo, sobresaliendo 10 cm (3.9 inches) aproximadamente y era para evitar que el pan cayera.
Ya que solo los sacerdotes podían comer el pan que era colocado sobre la mesa del pan, de igual manera nos hemos convertido en aquellos que podemos comer espiritualmente este pan. Solo aquellos que han sido salvados del pecado y recibido la vida eterna creyendo en el bautismo de Jesucristo y en la sangre de la Cruz, en otras palabras, solo aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu como su salvación pueden comer este pan.
A través de la sangre que se rociaba, Dios se encontraba con los Israelitas y les dio la bendición de la remisión del pecado. Era la gracia de Dios sobre los Israelitas que Él había establecido el sistema del sacrificio. Con la imposición de manos sobre el animal del sacrificio y su sangre, Dios justamente ha borrado sus pecados y les ha dado Su misericordia, la remisión de sus pecados por gracia
EL LAVACRO